Este felino pertenece a la familia de los leones y tigres, habita en gran parte del continente Americano, hoy la pantera es una especie amenazada que ha perdido aproximadamente 50 por ciento de su hábitat histórico en todo el continente anteriormente mencionado.
Está prácticamente extinto en Estados Unidos, El Salvador y Uruguay. Sus poblaciones están repartidas en 18 países latinoamericanos: Colombia, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Guyana Francesa, Guatemala, Venezuela, Guyana, Surinam, Paraguay, México, Argentina, Perú, Bolivia y Brasil.
La pantera Onca es el felino más grande y con mayor distribución en los ambientes tropicales del continente americano. Es el único miembro del géneroen América y en el mundo solo es superado en tamaño por dos de sus parientes, el león y el tigre.
Es un animal extremadamente fuerte, de cuerpo robusto con miembros cortos y musculosos, cabeza ancha, orejas pequeñas y redondeadas. Mide entre 1.1 y 1.8 metros, pesa entre 45 y 120 kg y, usualmente, los machos son un 10 a 20% más grande que las hembras.
El color de su piel va del amarillo al rojo en el dorso y costados, blanco en el vientre y la parte interna de las patas, y tiene el cuerpo cubierto con manchas pequeñas en el centro. El patrón de motas es único para cada individuo, gracias a ello es posible identificarlos.
Las panteras adultas son solitarias, excepto en la temporada de apareamiento y Felino más grande del continente americano
principalmente activos en el anochecer. No es fácil observarlos en la naturaleza, debido a sus hábitos nocturnos. Su época de apareamiento varía terrenalmente y su período de gestación es de 100 días; por lo general las hembras tienen dos crías, aunque pueden llegar a alumbrar hasta cuatro. La esperanza de vida de la pantera onca en libertad es de 10 a 12 años. Las crías nacen moteadas y permanecen con la madre hasta el año y medio o dos, cuando alcanzan la madurez sexual, para luego moverse a un nuevo sitio y establecerse.
La pantera Onca es un cazador por naturaleza; espera sigiloso a que aparezca su presa para caerle encima y provocarle una mordida en la cabeza. Su mordida es considerada una de las más fuertes entre los grandes felinos. En su dieta alimenticia se han identificado más de 22 especies de mamíferos entre los que se encuentran, aves, reptiles y peces.
Porque la Pantera onca es un gran prestador de servicios ambientales. Estos servicios se definen como un amplio número de condiciones y procesos por los cuales los ecosistemas naturales y las especies que los habitan ayudan a sostener y satisfacer las necesidades de la sociedad humana. Entre ellos están: la purificación del aire y agua, la mitigación de las sequías e inundaciones, generación y conservación de los suelos, la polinización de los cultivos y de la vegetación natural, la dispersión de semillas y el control de insectos que generan problemas a los campos agrícolas.
Actualmente, es claro que es necesario conservar a los ecosistemas en el mejor estado para que sigan proporcionándonos estos servicios. En el caso de la Pantera Onca se trata de una especie que ayuda a mantener un ecosistema sano. Cuando desaparece de las selvas y bosques, sus presas que son generalmente grandes herbívoros quedan como amos del paisaje y consumen especies vegetales sin control. Ello altera la composición y estructura de las selvas, de los suelos, afectando los cauces de ríos y, por tanto, tiene un efecto en cadena sobre otros seres vivos.
El hombre su peor amenaza.
La pantera onca vive presa, debido a la destrucción de su hábitat, la cacería ilegal y el continuo conflicto Pantera-hombre producto de las crecientes actividades en su entorno.
La pérdida de su hábitat está considerada como la mayor amenaza que enfrenta pues se trata de una especie que requiere de grandes extensiones de territorio para vivir. El desarrollo de las actividades agrícolas y ganaderas, la edificación de urbanizaciones y
Pantera onca, es el depredador más grande del Amazonas la pérdida de vegetación son factores que han degradado y destruido su hábitat. La reducción de su territorio provoca que las poblaciones de panteras se aíslen y sean más vulnerables a la extinción, ya que además de intensificarse los conflictos con el hombre, la especie tiene problemas de inestabilidad genética, una estrategia natural de supervivencia de largo plazo. La cacería furtiva es la otra gran amenaza que enfrenta la especie. Ésta es producto del conflicto con las poblaciones, que temen por la seguridad de su ganado o por posibles ataques a las personas. Al no encontrar alimento en la selva, es común que la pantera vaya tras el ganado doméstico y, en represalia, es atacado.
Asimismo, se le caza como trofeo debido a que en los últimos años ha crecido el mercado negro de su piel y/o colmillos. En algunos países, como Bolivia, cientos de jaguares han perecido por esta causa y esta tendencia está presente en Perú, Belice y Brasil.
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